Tuesday, June 17, 2008


Parece que como ellos me he rendido, pero lo cierto es que el egocentrismo que viste de musicalidad estos fragmentos sigue vivo en alguna parte.

En cierta ocasión mire atrás, nunca llegue a comprender porqué, supongo que fue una de esas veces que cierto espasmo eléctrico recorre tu espina dorsal y sientes la imperiosa necesidad de hacer algo. Pero el caso es que lo hice y vi la mirada mas penetrante que he visto en mi vida, desde aquel momento supe que era un ángel, y después nada cambio.

El caso es que aun hoy me pregunto si ser coleccionista de trozos de cartas perdidas puede ser una profesión de futuro. Esta bien remunerado, terminas conociendo pedazos de la vida de todos, y como prima logras olvidarte de los propios. Nunca escribimos alegrías. Yo nunca perderé trozos de mi vida, aunque ella me olvido hace tiempo.

Cuando comienza tu pulso se acelera. Intentas respirar mas rápido pero eso solo empeora las cosas. Ya no solo llena tu estomago también tus pulmones, se introduce en todos tus órganos. Diluye tu sangre y la hace ir mas rápido para terminar frenando en un espasmo, si eres joven e inocente tendrás la suerte de no sufrir un infarto lo que prolongara algunos minutos mas tu agonía. Pedreras la esperanza al ver que no termina y solo cuando las células de tu cráneo comiencen a intentar procesar el CO2 cejara el pánico. Morir ahogado es lo mas parecido a estar enamorado, solo que la mayoría no despiertan. Yo dude durante muchos años si era el hombre de tu vida. Hoy solo dudo si todos los muñecos sangran.